domingo, 21 de septiembre de 2008

ESPACIO PARA LA POESIA


ASI SOY YO

Por: Hernán José Pedraza Habeych
M:. M:. en el Oriente Eterno
Bucaramanga, 18 de Marzo de 1.996
VASQUEZ, Ramón - PICADOR
Dibujo 0.25 X 0.28 mts. - Siglo XX

Así soy como yo soy:
Una fe inquebrantable,
barro total maleable,
y un poquito de virtud.

Yo fui primero materia,
pues vengo desde la tierra,
y a la tierra he de volver,
pues fue mi madre al nacer,
y será, aunque no quiera,
mi mortaja cuando muera
y mi tumba, al parecer.

Por mi carne y mi materia
gozo de grandes pasiones:
De tristezas y emociones
de dolor y desengaño,
a veces vivo el engaño
y otras tantas los amores.

En mi carne, el hambre
siento que mi estómago reclama,
por la misma siento ganas,
cual caminante sediento, de la paz y del descanso
que resane el desaliento.

Soy ardiente en mis deseos de probar en otras carnes
los sabores del placer
y gozar con otros cuerpos los momentos de pasiones
que calmen mi propia sed.

Por mi carne necesito oxigenar mis pulmones,
con un aire de ilusiones;
que la sangre del amor corre presto por mis venas
que irriguen todo mi cuerpo
y revivan lo que muerto
se encuentra en mi corazón.

Que mis músculos operen total flexibilidad
de unión y fraternidad;
que las válvulas internas que rigen mi corazón
latan sincrónicamente
despejando de mi mente
la maldad y la pasión.

Que mis cuatro extremidades,
engrasadas sus bisagras con el óleo del amor,
se ejercitan diariamente, con mi cuerpo, con mi mente,
recorriendo los caminos, que son ríos que conducen
a la mar de la aflicción,
y que agarren con sus dedos, estrujando con sus manos
las tristezas, las venganzas, la miseria y el dolor.

Que mi vista con mi oído,
que mi olfato con mi tacto
se percaten, cada instante,
las tristezas, las maldades, que inundan la humanidad,
y que el giro de mi cuello se retuerza diariamente
a la diestra y la siniestra
para ver en cada humano
el valor de todo humano
que es semejanza de Dios,

En mis miembros, ligamentos, carne, huesos, sangre y fe,
se debaten, tienen sed,
mis tristezas, desalientos que me inundaron ayer;
y en mi alma, el sentimiento de amoroso y gran amante
con vislumbres de pedante
que demuestran timidez,
se presenta, inigualable, un combate en cada instante
entre bondades, maldades, enfrentando a mi altivez.

Por mi mal soy insensato, indeciso, precavido,
rencoroso y vengativo,
pero noble en mil sentidos;
y aunque soy un impulsivo yo también puedo esperar
cuando miro la belleza,
cuando encuentro, con presteza, las delicias al amar.

Así soy, como soy:
Llamarada que se inflama con la primera ocasión,
sin pensar en consecuencias que me puedan maltratar,
pero igual con gran visión
podré yo siempre esperar
no bondades o regalos, que me puedan obsequiar,
pero si de aquel impulso
con que pueda perdonar.

Yo de nada me arrepiento,
lo que pasó o lo que hice,
lo hice porque yo quise;
desecho remordimientos,
pues lo que haga o no haga
llevará siempre un buen sello:
el de hacerlo bueno y bello,
sin meditar en la paga.

Yo trato de hacer el bien, evitando siempre el mal,
y aunque al primer movimiento
mis impulsos son violentos,
cuando me siento humillado
yo juzgo siempre callado
reprimiendo mis rencores
al devolver con amores
las ofensas que he ganado.

Yo trato de respetar a todos los que respeten
mis criterios, mis amores,
mis juicios y mis temores;
no me gusta que me traten cual trapo viejo que fuera
que esperen a que me muera
si me quieren manosear.

Mis criterios son muy míos.
A nadie pido prestado
lo que yo no me he ganado
pues de todo desconfío.
Soy buen padre, buen amante,
como esposo soy tunante
aunque nunca lo predico
pues me parece mejor
tener bien cerrado el pico.
Soy miedoso hacia el futuro;
de mi mismo desconfío,


Examinando el archivo masónico de mi hermano carnal y masón Hernán José, encontré éste poema que describe, cómo fue su posición ante la existencia. Quienes lo conocimos sabemos que así fue su vida, para aquellos que no tuvieron esa oportunidad, su lectura, será la mejor manera de aproximarse a él.

Publicarlo en la Revista Solidaridad Masónica, es el mejor homenaje que puedo hacer a su discurrir, mientras nos acompañó en la tierra.

Desconocía sus dotes para escribir poesía, pues creo, nunca quiso mostrarla y menos publicarla, me parece que es una buena pieza de arquitectura masónica en donde pone de presente que su condición de masón prevalece sobre las debilidades humanas y con su paso al Oriente Eterno hace ya cinco años, si ésta fue su confesión personal, no creo atentar contra el sigilo que puede merecerme, antes bien, me parece una expresión de pensamiento propia de un buen masón que merece la pena ser publicada.

Darío Pedraza Habeych
Pax:.G:.Maest:.
Gran Logia de los Andes


RIVEROS, Jorge - SIN TITULO - Oleo s/tabla
0.21 X 0.28 mts. - Siglo XX

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